flanagan1,amigo del bog

Salgo a dar un paseo. Es lo mejor para pensar. Necesito ordenar mi cabeza y empezar a dar forma a lo que está pasando. Las ideas me asaltan, se amontonan y se entremezclan con muchas preguntas, incógnitas que debemos esclarecer. También la preocupación sobre que le ha podido pasar a Tempelton no me deja conciliar la calma para pensar con claridad. Por eso lo mejor es salir a pasear, el aire fresco de la noche primaveral me ayudará. Si, un buen paseo nocturno por las calles de la ciudad es lo mejor...sobre todo lo mejor para quitarme de en medio porque si esos cabrones han encontrado a mi hermano, el siguiente soy yo, y no me apetece mucho esperar sentado a que vengan a darme una tunda. Para que mentir, la valentía no nos la repartimos por igual en el parto, y aunque si los esperará sabría quiénes son y qué han hecho con Tempelton, prefiero buscarlos yo, podéis pensar que soy un cobarde, no estaríais desacertados pero yo prefiero pensar que voy en busca del destino en lugar de sentarme a esperarlo.
La noche es tranquila, la luna brilla en el cielo moteado de estrellas y una ligera brisa me anima a levantar la solapa de mi gabardina. Dejo libertad a mis pasos para que me guíen. A veces pienso que tienen instinto y saben hacia donde debo ir. Cuando empiezo a bajar la “cuesta del Pavo”, comprendo de donde les viene ese instinto, del mismo sitio que esta voz que suena en mi cabeza, que se muere por un trago de Bourbon y los guía hacia algún antro donde enjuagarme la boca y hacer algunas preguntas. Llego a la recién estrenada rotonda con sus luces, muñecos y una iglesia que me hace plantearme una pregunta: ¿será del mismo artista que hizo el Indalo y el Brujo de la entrada de Vélez-Blanco? ¿el coste habrá sido también el mismo? Y de repente veo una silueta que me resulta familiar… Vaya pensaba que habría acabado en los cimientos de alguna nave de aperos o en algún nicho, sin que nadie preguntara por él. Pero parece que sobrevive, si a eso se le puede llamar así. Lo que está claro es que Dios tiene sentido del humor y con este estaba inspirado. ¡Bah! Pobre Sil-Vestre, no pasó de ser un huele braguetas, rechazado en la academia. Lo más parecido a un cuerpo de seguridad en lo que ha estado fue cuando salió de romano junto al “Misisipi” montando aquella Puch a modo de corcel. Lo último que he oído de él es que ha perdido la cabeza, habla con perros y se dedica a buscar unos arbustos en los que gustaba orinar. Le saludo con un movimiento de cabeza pero esta embobado con los bailarines, ¡ay! Lo que ha hecho el ácido con esa cabecita.
El cambio de luces mezclado con los chorros de agua me engatusan, y me recuerdan mejores tiempos, me hacen divagar y llego a una conclusión, pero me surge una duda. La conclusión es evidente: esta fuente no la ha construido “el Caro”, aunque se deje notar su influencia en las luces de neón, homenaje a los finales de fiesta con que agasajaba a políticos y constructores de referencia de la ciudad, no es obra suya digo por dos razones: porque sí no José Tomas, que acaba de pasar, habría cogido ese reloj para ponerlo en el salón de su casa como parte del cobro en deuda, y porque se ha terminado, que no es poco. La duda al ver esta fuente con tantos chorros y luces es ¿quién vendrá a celebrar los triunfos de su equipo? siendo de estreno todavía no estará asignado. Aunque los ingenieros han tenido un fallo de base: ¡las luces son azules y rojas! ¡Maldita sea!
Bueno al menos tenemos la tranquilidad de que una cámara vigila la seguridad de este monumento, ante esos vándalos y... ¡coño! José Juan ya puede aportar pruebas gráficas de que los autobuses aparcan en la zona reservada a los vecinos del edificio y nunca son multados, y así dejar de denunciar en blogs y tertulias la omisión del deber que hacen en la policía cuando se les llama para este asunto,aunque a nadie se le pasa

por alto la verdadera razon de la camara de seguridad,vigilar a Vestre,SIL-VESTRE que trabaja enfrente.
Esto me recuerda para que he salido a pasear, aparte de para huir y averiguar qué pasó con Tempelton, lo que me mueve es tomar una copa. Sediento me dirijo a uno de los pubs, que parece los han iluminado el mismo que la fuente, y encuentro en la puerta a dos pitufos salir con libreta en mano y cara de satisfacción. Han debido de dejarle una buena nota a los dueños pues la cara que tienen es de haber chupado el limón que preside la fachada. ¡Joder! Ahora irán a los de enfrente y yo me quedo sin copa. Pero parece que es mi noche de suerte, la policía se monta en su todoterreno y un tipo en bermudas que llevan en el asiento de atrás me alegra la noche: “vete a los otros, están abiertos por detrás, allí no van los guindillas, no sé qué buscas tú, pero hay niñas bonitas, Rock & Roll”. Sin cuestionar la fiabilidad de mi informador me voy al callejón del “punto”, y se desinfla mi ilusión al oír al Hansy decir “buenas...noches” y gritar a unos borrachos “señores... ¡en el culo tengo flores!”, pero sigo un poco más abajo y un leve sonido me acelera el corazón. El borracho no mentía. Subo las escaleras, pienso “ya verás para bajarlas”, y sin mirar a nadie entro hasta la barra y pido una copa. Saboreo mi “Jacky” y salta una pregunta a mi mente que interrumpe mi trago: ¿por qué la policía cierra unos garitos, multa a otros y hace la vista gorda con que sigan abiertos algunos? Y todos en la misma zona, ¿qué está pasando? ¿Estará relacionado este compadreo con el de las multas a los vehículos? ¿será el mismo filtro, la misma mano la que mueve los hilos? ¿qué intereses tiene? Tengo que encontrar a Tempelton y empezar a atar cabos...pero...joder como está esto...menudo ganado...y además esa rubia parece que me mira...ya lo creo...viene hacia mi y su mirada funde el hielo de mi copa, recuerda que tienes la clave de todas tus preguntas pero te estás metiendo en terreno peligroso, me susurra al oído. Lentamente me acerco la copa a mi labios y con el calor del licor bajando por mi garganta pienso en decirle una de esas frases de Charles Bronson que haría que me entregara su tanga entre los dientes, cuando veo una sombra por el costado acercarse a gran velocidad, me giro para ver qué pasa y recibo un botellazo en la sien, caigo desfallecido y durante la caída, larga como las piernas de la rubia, me da tiempo a pensar al ver esas columnas en minifalda lo que me voy a perder, desde el suelo y casi inconsciente intento echar un vistazo hacia arriba y ver a mi agresor sin suerte, sin embargo me encuentro con dos sorpresas: la rubia es de bote y...¡joder! gasta más herramienta que yo, podría ser reportera del Intermedio. Pierdo el conocimiento.