En busca del sillon de Diios

No conseguia cogerle el berinbol a comer pipas sin las dos paletas de delante,aunque escupir las cascaras se me daba de miedo,salian escopeteas y el viejo que se sentaba a mi Lado las miraba volar hasta que caian y soltaba un-¡Coño,esa si ha llegao lejos¡Haber si le das a la paloma¡-La segunda vez que me lo dijo,le rete-¿Qué me da ,si le acierto con una cascara en el ojo?-El centenario se encogio de hombros y se le salio un chorillo de
Baba por la comisura del labio-No tengo na pa jugarme-Se disculpo,poniendo todos sus
Bolsillos del reves,del bosillo del chaleco se le callo un envoltorio de un condon,me miro con mirada picara-Es un recuerdo,fue el ultimo que gaste,hace…¿usted se acuerda del Oscar que jugaba de portero?.pues entonces tenia el pelo corto-Ademas de viejo mentiroso,pense,nadie se acuerda del Oscar con el pelo corto.
El hombre tenia interes en ver si yo podria conseguir saltarle el ojo a la paloma,asi que me prometio contarme un secreto,un misterio que perdura en el tiempo y que se esconde
En algun lugar de nuestro pueblo,inmediatamente la paloma perdio el ojo y el anciano comenzo su historia.-Cuentan las leyendas que en algun sitio cerca del pueblo,mimetizado con el paisaje,fundido con el verde de los campos se esconde un sillon real,donde una vez Dios se sento a descansar y que fue en ese asiento donde a Dios se le ocurrio la brillante idea de crear a las mozas,cuentan que después del fabuloso invento,alli mismo se jumo un cigarro y que la colilla churrupeteada aun se
Conserva por alli.
No me llevo dias, si no semanas aquella minuciosa busqueda,estudie y ate cabos,estuve dias preguntandole a los ancianos de la residencia por aquella historia,unos me hablaron del hambre que pasaron y otros me corrieron por los pasillos al grito de Comunista de los cojones.Las cuidadoras al fin,artas de que me bebiera los goteros de los abuelos y que me comiera las pastillas azules,decidieron contarme lo que sabian-Un abuelo conto algo parecido y decia que ese asiento se encontraba por el cementerio.Pero tambien me llamaba a mi Felipe el Hermoso,por lo que a lo mejor no regia muy bien y vestido de parrandera la historia no parecia mu seria,la verdad-Aquellas encantadoras cuidadoras me despidieron por las ventanas agitando pañuelos y toallas,(me encanto saber que aun sin dientes no habia perdio mi sepsapil de veinteañero)
Escudriñe mil veces todos los alrededores del cementerio sin encontrar siquiera una pista de aquella maravilla,pregunte a un berebere que corria por alli con un bolso de piel de tigre colgado del brazo y aunque el hombre trato de explicarse,yo no entendi otra cosa que Jamilija la jamona jarabata,me despedi de el haciendo reverencias varias y no me dejo que le besara el sobaco que yo creia que era lo correcto,aun asi el hombre sonrio con dulzura,-Que curiosa esta civilización,tan machistas que parecen y mira este con su bolso de piel atigrada-.
Decidi que fuera el mismo asiento el que me reclamara,asi que ande y anduve,despacio y al trote hasta que las rodillas se me doblaban y el olor de mis pies me azotaba la nariz provocandome arcadas y en ese momento, cuando el
Culo solo, buscaba un lugar donde sentarse…aparecio el sillon de Dios,el banco perdido se encontraba entre el follaje,invisible al ojo humano,su madera de teca aun conservaba el pulido del carpintero y el metal forjado en la fragua de Vulcano se mantenia sin un robin…El asiento de Dios,pense, repanchigandome en el banco,encendi un ducados como hizo Dios y pense en que mas complementos le hubiera colocado yo a las mozas