OTRO AGENTE SECRETO SE NOS ACABA DE INCORPORAR A LA PAGINA:CONRADO,AGENTE PRI-VADO Rin…ring…ring…me incorporo sobresaltado al volver a sentir los martilleos del teléfono en lo más profundo de mi mareado cerebro, eso y el codazo que me ha dado la chica en la boca del estómago acompañado de un dulce “coge el puto teléfono”. Recuerdo entonces que el sonido no suena “ring ring”, ¡maldita melodía de “John Cobra”!. Busco el móvil entre la ropa tirada del suelo desesperadamente. No soporto a ese paleto soltando blasfemias, pero los Flanagan insistieron –“renuévate, es la canción de moda”. ¡Si al menos supiera como coño se cambian los sonidos! Por fin consigo alcanzarlo. Miro la pantalla y veo varias llamadas y un mensaje del mismo número. El mensaje, algo misterioso, dice: “nos vemos en la sede del PSOE, tengo algo que es tuyo.20h. Te invitaré a cenar. Llevaré un clavel.”. Esto no me huele bien, pero mi instinto de sabueso me obliga a acudir a la cita, también mi instinto de supervivencia,tengo hambre, un socialista pagando una cena...probablemente sea “el arcas” y me llevará a algún cortijo con capea incluida. Bien iré.
Le pido a mi “María magdalena” particular si me puede preparar algo de desayunar mientras me ducho y con voz dulce, mañanera y flemática me responde “eso son 20€ más, el servico y la cama hacen 70, La madame está molesta, debes mucho”. Tiene razón o pago pronto o será mejor que no aparezca por aqui.
Mientras me ducho pienso en quien me ha enviado ese mensaje, y cúal es su intención. Tengo tiempo hasta las nueve y estoy en el sitio indicado para enterarme de algo. ¡Ah!¡Qué tiempos aquellos en los que en fiestas VIP de discotecas privadas de aquel visionario de la construcción encontrábamos todas las respuestas!, Y ahora... ¡bahj! Ahora tenemos que buscar información en este cutre burdel del barrio viejo del Fatín donde la Madame no excitaría ni a un presidiario en su primer permiso en varios años. Pero aqui se mueven los hilos de la información, lo que es la crisis. En fin voy a tomar algo que me ponga las pilas.
El café es de puchero requemado y el bollo bien podía usarse como arma por su dureza. Lo guardo en mi bolsillo, por si acaso. Al menos el café está caliente, lo huelo un poco fingiendo que es expreso, le doy un sorbo e inmediatamente salgo corriendo al excusado, me siento en la trona de “roca” y sigo bebiéndomelo aquí, así no tendré que volver a esprintar.
Son las 20.55 cuando bajo la calle Lope, rumiando el misterioso mensaje, pienso en lo poco original que es: “llevaré un clavel”, ¡manda cojones!, en la sede del psoe, una aguja en un pajar. Llego a la puerta y está cerrada, junto a la placa de madera hay un sobre con mi nobre escrito, lo abro y leo la nota: “no pillas las sutilezas. En la sede estelar” ¡coño! Ahora entiendo lo de la cena, tengo que ir al “gamenides”.
Entro al local y efectivamente aquí se reune la antigua cúpula socialista, al fondo en la ventana algunos “magníficos” recuerdan tiempos mejores. Otéo con mi mirada de miópe que se resiste a ponerse gafas (antes muerta que sencilla) pero no localizo a mi contacto. Entonces un niño agarra mi gabardina y empieza a darme tirones, miro al susodicho y su acompañante me sonrie y se señala el clavel, entonces me dice “¿sabes que se inventaron las lentillas?”. Me resulta familiar pero no consigo asociar un nombre a su cara, miro también al infante, que feo es el jodio, para intentar aclarar que está pasando. Me siento y pregunto si nos conocemos, de repente recuerdo esos ojos... ¡la misión en perejil!, aquella noche perdimos la isla ante unos pastores, cuando aún pertenecia a las tropas de élite, antes de entrar en el mundillo de los huelebraguetas. La chica sonrie y dice al niño mira este es papa, yo me quedo estupefacto y empiezo a balbucear “pe..pe...yo...tu....es...no...qué?”. Enseguida interrumpe mi tartamudeo y me dice que me relaje, no quiere nada de mi, sólo que supiera que es mio, y que no nos conociéramos en el Diario de patricia, mejor así.
Joder es cierto, los mismos ojos de perro pachón, nariz respingona y una boca que bien se puede confundir con una puñalada en una papa...tiene que ser mio.
Empezamos a hablar, recordando otros tiempos y anécdotas que no os incumben, reimos con nostalgía y seguimos hablando. Entonces se vuelve hacia la mesa de al lado y pide a una señora que por favor apague el cigarrillo porque el humo molesta al niño. La señora responde con una bocanada dirigida hacia nosotros que bien podía ser comparable al volvcán de Islandia. Amablamente se lo indica al camarero y señala a uno de los varios carteles que indican prohibido fumar, “lo que tienen que hacer es prohibirlo del todo” contesta este y escurre el bulto, una voz en tono jocoso grita “¡Barrilete!, pues tu no eres político también, haz algo , jaja”. Siendo yo fumador empedernido, consumado y consumido, quizá porque se me despierta el instinto paternal siento la necesidad de repartir leña empezando por la mujer chimenea a la que le regalo un “señora con ese estilo fumando, en el burdel donde he pasado la noche le lloverían las propinas”, continuo con el pusilánime camarero arrojándole unos céntimos en un cenicero abarrotado de colillas con desdén propio del maestro Charles Bronson, me levanto gritando para que se note mi descontento y lo único que consigo es el abucheo de la platea incluidos los directores de orquesta, dícese los camareros, reprochándome con “es que tu no fumas”. Prefiero abandonar el local para que mi hijo no sepa la clase de padre que tiene, ella dice “será mejor que nos vayamos”, yo insisto en tomar algo en el bar de más arriba y en la puerta encuentro al amigo “picante” fumando en la puerta, saludo con un efusifo “vamos”, a lo que me tresponde “aqui en el vicio y en la calle para respetar la ley”. El chico asoma el morro al garito y una cortina de humo lo tira para atrás, su madre lo recoje del suelo y se despide de mi. Otra noche de vacio, pienso al verla alejarse y gritar un lacónico “te llamaremos”.
Decido entonces bajar al los pubs a emborracharme y pensar en lo que deja el día, enciendo un cigarrillo y un pensamiento me frena: Manda cojones que amparado por la Ley, yo haya tenido que irme de un bar y no entrar en otro porque los dueños no tengan el valor para pedir que se respeten los derechos de sus clientes, esto me recuerda al caso flanagan contra el ambulatorio: “si te quejas encima te jodemos”. ¿no se respeta ni a los niños por que otros puedan fumar? ¿yo formo parte de esos otros? ¿ para qué entonces tantas reformas en locales y cartelicos si luego dejo hacer lo que les salga de los huevos al que me pague? Hay protitutas en todos los barrios, es una de mis conclusiones, otra es que el que no llora no mama...una reclamación a tiempo..., y la tercera es...¡bah! Enciéndete el pitillo de una vez y a celebrar la paternidad. Cojo el bollo de mi bolsilo y lo lanzo contra un muñeco bailarín... ¡ja! ¡blanco!, este no danzará en una temporada.
ESPERO MAS COLABORACIONES DE CONRADO,ASI COMO DE CULAQUIER OTRO...MACHAS GRACIAS