LOS FLANAGAN O ¿como llamar a las cosas que se inuguran con otro nombre?

Flanagan´s Brothers
¡Por fin un caso bueno¡ exclamé por la ventana del baño que daba al patio de vecinos, a lo que me respondieron con unos recuerdos a mi santa madre, bastante inspirados para ser las dos de la noche. La llamada no me desvelo porque desde que sigo los consejos del Coronado mi cuerpo es un reloj suizo,a una hora delicada pero puntual. El mensaje es lo que si me sobresaltó pero lo que sobresaltó de verdad fue el cúmulo de desecho orgánico en forma tuboidal que con la emoción por compartir la buena noticia con mis vecinos salió despedido de mi ojo ciego y acabó en el espejo, curiosamente a la altura de mi cara, lo que en parte, al ver mi cara llena de mierda, me hizo sentir alivio el que sólo fuera un reflejo. Quedé con mi contacto al día siguiente, cuando cayera el sol por aquello de los gatos pardos, y al verle la cara me quedé tan sorprendido que incluso me preguntó si me encontraba bien, no le dije que no esperaba alguien con esa cara de eslabón perdido más cuando pidió quedar a esta hora porque tenía que tomar agua de coco, no me casaba esa cara con unas costumbres tan refinadas, algo no fallaba pero no era el momento, él tenía una información y yo un caso que investigar. Pese a esto no dudé de mi confidente por tomarlo pariente de profesión, al principio pensé que vendría de la puesta de largo de nuestro nuevo cadete municipal pues iba con el traje de gala, me sorprendía ya que ni Tempelton ni yo fuimos invitados y entre el gremio no nos pisamos las mangueras y somos unidos para la fiesta, después cuando ví una horda de pitufos soplando cornetines y mi contacto entre ellos comprendí mi error. No era un municipal con traje de gala inspirado en el de nuestro Inspector jefe, tampoco el Ganga reencarnado avisando de la llegada del camión de la basura sino la banda de los cafés. No entiendo de que se quejan los municipales del pueblo por falta de indumentaría pudiendo coger prestada la de la banda de la virgen que sólo la usan cuatro o cinco veces al año, además volverían a estar todos a la misma altura sin galones. Fuí entonces hacia la jirafa porque allí conseguiría conectarme a internet y confirmar mis sospechas, y de paso me tomaba unas birras y si había suerte me llevaba el bingo. Cuando abrí la página del Ayto. de Vélez, las pruebas me abofetearon la cara sin piedad, no se molestaban en taparlo sino que lo anunciaban a bombo y platillo. Satisfecho llame al teléfono para confirmar la información y cobrar,"efectivamente, desde el 28 de marzo han habido al menos tres actos de inauguración o presentación de la administración local, a saber: nuevo poligono, agenda 21 y gimnasio municipal. Esta información es de valor para una oposición que sepa utilizarla, infringe la ley electoral, creo que subiré el precio de mis honorarios", a lo que me contestó, "sin problema sólo necesito saber la modalidad de pago, elige entre tarde, mal o nunca", y un bip intermitente continuo sonando mientras yo me decidía, hasta que caí en que me habían timado al recordar que fué el caro quien acuño esa frase.